Ella es bella, transparente, es lo bueno y lo malo, lo
triste y a veces también lo feliz. Tiene un sabor que no a todos nos gusta y
sin embargo sin ella nadie vive.
A veces sale a pasear muy a menudo y otras veces casi ni
sale.
Ella nos acompaña desde el nacimiento hasta que nos morimos.
Algunos la provocan y sin embargo otros tienen una facilidad
tremenda para que salga.
Siempre nos ayuda cuando estamos mal, tristes, deprimidos y
hasta cuando estamos con esa fea sensación de vació interior.
También comparte con nosotros momentos de alegría en donde
festejamos que triunfamos, en nuevos proyectos, en noticias y sobretodo nos
acompaña en el amor. En amores de película y en amores problemáticos.
Suave, fina, ella baila su danza.
Se desliza sin perder la gracia.
Brilla hasta cuando es de noche.
Ella es mi fiel compañera, que se despide porque esta
cansada y se va a acostar.
A ella despido con dolor, a ella, mi dulce... lagrima.
Abril, 2007