viernes, 31 de mayo de 2013

BAFICI: Entrevista a Marcelo Panozzo

Marcelo Panozzo es periodista, guionista, crítico de cine y editor. Este año debutó como director artístico del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI), en reemplazo de Sergio Wolf. Panozzo trabajó en los suplementos juveniles de los diarios Sur y Página 12, fue jefe de Espectáculos del diario Clarín y subeditor de ADN Cultura, entre muchos otros. También se desempeñó como redactor de las revistas Rolling Stone, La Mano, El Amante-cine, d-mode, Remix, Ego, XXIII y TXT.  Además, participó como columnista de programas de radio y televisión.

¿Qué representa para vos el BAFICI?

Dirigir este festival es un honor extraordinario que todavía no puedo creer que me haya sido concedido.  He trabajado tantos años, en tantos Baficis, en distintos puestos, y con mucha de la gente que sigue estando ahora en el festival, que más allá de la responsabilidad del cargo, el día a día fue natural, como andar por casa. La atmósfera del festival y lo que para mí representa podría resumirse en una sola palabra: curiosidad. Es la que mejor define la excitación previa al anuncio de la programación o las ganas de venir a Buenos Aires “a ver qué pasa” con éste festival. 

¿En qué aspectos se diferencia tu gestión como director artístico de las anteriores?

Hemos cambiado la segunda competencia internacional que antes se llamaba Cine del Futuro por Vanguardia y Género. Creemos que tanto en el cine experimental como en el de género y en la hibridación de ambos, están pasando cosas cada vez más interesantes que los festivales tienden a programar en los márgenes, y nosotros queríamos empujar al centro de la escena. En ésta nueva sección estarán compitiendo, por ejemplo, películas tan dispares como Leviathan con Vamps, y A última vez que vi Macao con Citadel.
Por otro lado, hemos tomado la decisión de tener un programa un poco menos atomizado. El BAFICI solía tener muchísimas subsecciones y focos, y este año habrá un inmenso “Panorama” y cuatro retrospectivas muy grandes, de entre 10 y 18 programas cada una, para ofrecerle al público una experiencia más completa, compleja e inmersiva en determinadas obras.

¿Qué lugar crees que ocupan los festivales para el cine independiente?

Uno cada vez más importante en tanto es muy complejo para muchas películas encontrar lugar en la cartelera de estrenos e incluso en las salas de repertorio o de arte. Los festivales garantizan un espacio para el cine independiente, donde encuentran un alto nivel de visibilidad.

¿Por qué películas que se consagran en este festival no encuentran luego su lugar en las salas comerciales?

El cine es un negocio, tanto para los distribuidores como para los exhibidores. Por lo cual privilegian un tipo de película que les rinda en esos términos. Uno no puede señalar con el dedo y decir: está mal. Lo que sí está mal es que no haya jugadores con ideas para lograr que el cine que pasa por el BAFICI tenga también su lugar, sea también rentable en otra escala, o al menos consiga ayuda para llegar a la cartelera y diversificarla.

¿Es un público particular el que va a ver el BAFICI?

Pudo haber tenido en algún momento un costado más marcadamente juvenil o hipster, pero ahora es imposible de definir en términos de tribu urbana o de perfil único, y eso es lo maravilloso del festival.

En una nota para el diario Sin Aliento, el director de cine Pablo Trapero afirmó que “el cine empieza como una herramienta de comunicación”, ¿Crees que esto es cierto? ¿Es eficiente en su mensaje?

Es totalmente cierto, Pablo tiene razón. Lo refuerzo con una frase del director de cine Fernando Trueba que me gusta mucho: "Siempre he pensado que al público hay que tratarle como a un amigo al que no conoces. Yo siempre intento transmitir a mis amigos las cosas que a mí me gustan o me emocionan y compartirlo con ellos. La música, el cine, la literatura, son grandes placeres, pero más aún si tienes con quien compartirlos, con quien hablar de ello."

jueves, 30 de mayo de 2013

Los hombre toman el poder

La popular cocinera de la televisión Jimena Monteverde (40) se refirió a su nuevo libro Cualquier hombre puede cocinar de la Editorial Planeta, destacó cuáles fueron sus fuentes de inspiración y diferenció a los hombres y mujeres a la hora de hacer la comida.

“Me inspire en un montón de hombres que conozco que necesitaban de un libro que les solucione un poco la vida”, declaró Monteverde en alusión a lo que la llevó a escribir su tercer libro.

Después del éxito de ventas que obtuvo con sus anteriores publicaciones: Cualquiera puede cocinar (2009) y La cocina no muerde (2011), esta vez decidió realizar un ejemplar dedicado exclusivamente a jóvenes solteros, separados, esposos, padres, a partir de una serie de propuestas para preparar platos ricos, prácticos y sanos.

“Mi marido no cocina absolutamente nada”, confesó la cocinera quien aseguró que contó con la ayuda de su hijo mayor, Victorio (20), y que utilizó encuestas para conocer las necesidades e inquietudes del público masculino.

Luego de pasar tres años de su explosión mediática a partir del reality Bailando por un sueño de Canal 13, Monteverde reconoció que participar en Showmatch le dio popularidad y le permitió llevar a cabo muchos proyectos que de otra forma no hubiese podido.

En relación a la diferencia entre los sexos en la cocina afirmó: “Los hombres son mejores cocineros que las mujeres porque se concentran solo en eso, mientras que nosotras a veces lo hacemos por obligación, a la vez nos ocupamos de los chicos, la casa, las amigas y muchas tareas más”.

“Mi estilo de cocina es comida cotidiana, la que se puede hacer todos los días pero con la utilización de ingredientes de forma diferente”, reveló la chef, quien sostuvo que lo que ella presta en un servicio para contribuir a que se cocine mejor en lo hogares y se pida menos delivery.

La oriunda de la ciudad de Pilar confesó que se encuentra en la elaboración de su próximo libro de la mano de la Editorial Planeta, el cual va a ser más gourmet, con mayor extensión y saldrá el próximo año.

La cocinera aseguró que su receta preferida del libro de 200 coloridas páginas impregnadas de fotos y cortos pasos es “el guiso de lentejas a lo macho”.

“Cocinar es dar algo que uno quiere, es agasajar y dar amor a otro o a uno mismo”, concluyó Monteverde con emoción en su voz.

jueves, 16 de mayo de 2013

Crítica de "A Roma con amor" de Woody Allen


Desde Roma, el regreso de Woody Allen

El reconocido director, escritor y actor neoyorquino Woody Allen volvió en el 2012 a las carteleras de cine con su comedia romántica A Roma con amor, ambientada en la Ciudad Eterna.

Al compás de Volare del cantautor y actor italiano Doménico Modugno, comienza su última película que cuenta cuatro historias independientes entre sí pero que todas tienen en común, como eje principal, la fama y el amor.
La primera historia trata sobre una pareja de recién casados (Alessandra Mastronardi y Alessandro Tiberi) que llegan a la capital italiana para visitar a familiares, la segunda es sobre un arquitecto  (Alec Baldwin) que conoce a un estudiante que le recuerda a él de joven (Jesse Eisenberg), la tercera es sobre un matrimonio americano (Woody Allen y Judy Davis)  que viaja a conocer a la familia del futuro esposo de su hija (Alison Pill) y por último la historia de un italiano (Roberto Benigni) que se hace famoso de la noche a la mañana sin motivo.

En relación a la fama, el éxito y las celebridades, Benigni (Leopoldo Pisanello en el film) realiza una brillante personificación, donde lo que importa es lo que realiza cotidianamente, qué come, cómo se viste, cómo es su higiene personal y qué piensa del clima. “El señor Pisanello se está cortando el pelo”, destaca un periodista que lo filma en vivo desde la peluquería. Su interpretación ilustra muy bien cómo en un determinado momento alguien es famoso, reconocido, y con la misma rapidez deja de serlo y nadie lo recuerda.

Es un film donde la gran protagonista de la narración es Roma con sus sitios más emblemáticos como la Fontana di Trevi, el Coliseo, la Plaza Venezia y los jardines de Villa Borghese, entre muchos otros, que permite al espectador conocerla y enamorarse de ella, tal como lo hacen los protagonistas en cada una de las historias.

Fiel a su visita anual, Woody Allen regresó a la pantalla grande a través de su séptima película narrada en Europa. Las otras que conforman su lista de filmación en el viejo continente son: Match Point (2005), Scoop (2006), Cassandra´s Dream (2007), Vicky Cristina Barcelona (2008), Conocerás al hombre de tus sueños (2010) y Medianoche en París (2011),  que se destacan entre más de 40 films que dirigió.

En conclusión A Roma con amor es una película donde es posible encontrar divertidas historias de fama y amor, muy buenas interpretaciones y conocer los sitios más bellos de Roma, a través de una narración al estilo Woody Allen, es decir, con humor, ironía, obsesiones y muchas situaciones absurdas.